La apuesta de enseñar más allá de una utilidad mensurable.
El sentido de una experiencia es algo extremadamente complejo para explorar y lograr trasmitir. Por eso seguramente esta información sobre nuestra escuela que compartimos en esta página web, traiga las voces de muchos educadores, pedagogos, filósofos de la educación, que desde distintos lugares del mundo y disciplinas, ya sea en forma presente o a través de la lectura de sus libros, ensayos e investigaciones, nos ayudan permanentemente a pensar y repensar la escuela, modificar, subrayar, tachar y volver a escribir en cuadernos de notas que compartimos en nuestras mesas de estudio y en las mesas de consulta y formación entre profesores, profesoras, coordinadores y directivos.
Armonía Jardín de infantes – Escuela primaria se expresa hoy a través de un proyecto educativo en continua deconstrucción, en el análisis de las estructuras que componen nuestro discurso pedagógico, en un conjunto de experiencias compartidas a lo largo de más de 25 años, que desde hace ya unos cuantos, nos lleva a viajar hacia otras tierras para poder contarlo, a organizar y participar en Seminarios, Jornadas y Congresos de Educación donde compartir una forma de hacer y caminar la escuela.
Educar contra la corriente. Desinstalarse de lo ya instalado o establecido. Abandonar o alejarnos y dejar de sumarnos al relato cerrado, habilitando un espacio de frescura donde poder observar la realidad educativa desde otro ángulo, animándonos a sentir la escuela a la intemperie. Esta intemperie que muchos colegas sienten como desprotección o abandono (y es verdad), pero que los que hacemos Armonía intentamos transformarla en la observación atenta de ese cielo abierto que nos da la gran posibilidad de pensamiento y creación colectiva.
Ir contra el orden natural de las cosas supone como compartimos en varias oportunidades con el Dr. Carlos Skliar, una determinada insatisfacción y un deseo por pensar de otro modo la educación: rebeldía para negarnos a la hipocresía del discurso de la salvación, parte del cual insiste en hacernos creer que virtualizando nuestras escuelas, se acabarán todas las deficiencias de nuestro sistema educativo, insatisfacción porque no queremos ser sólo administradores de informaciones con contenidos ya pensados y elegidos por otros, sino que deseamos recuperar la estética, la poética del enseñar.
Invitarnos hoy a dejar a un costado a ese niño como "objeto de formación". Alejarnos del deber de educar para que ese niño sea un futuro ciudadano, un futuro emprendedor, un futuro lector, un futuro trabajador, un futuro padre o madre de familia. Recordando que la apuesta de la enseñanza va mucho más allá de una utilidad mensurable.
De esta forma pensamos Armonía Jardín de Infantes – Escuela Primaria como un espacio de cultura, donde es preciso y necesario dejar de correr tras objetivos y propósitos que no tienen sentido, para así recuperar el sentido de las cosas que hacemos.